martes, 3 de noviembre de 2009

Gobernar las Indias como se gobierna Castilla

Debido a que los nuevos territorios americanos fueron adscritos a la Corona de Castilla, tanto el idioma utilizado en la administración como las leyes e instituciones impuestas fueron los castellanos. Los Reyes Católicos, que buscaban la unificación de los territorios peninsulares, trataron de reinar sobre las Indias del mismo modo que sobre los territorios de la península, otorgándoles el mismo estatuto jurídico que al resto de los reinos de la monarquía, especialmente al de Castilla. No se consideraban las Indias como territorios extranjeros ni como colonias. De hecho, el término “colonias americanas” no aparece nunca en la documentación castellana, sino el de “Reino de Indias”. En la realidad, es muy evidente, económicamente, su consideración de colonia, y factores como la lejanía de las tierras y los intereses particulares de conquistadores y colonos hacen que no tengan efecto, muchas veces, la igualdad de derechos pretendida.

En cuanto a las instituciones, éstas siguen el modelo castellano, con un sistema fiscal basado en la alcabala, la existencia de figuras como la de los corregidores o alcaldes mayores(con carácter militar en América). Existían asimismo corregidores para zonas indígenas, pudiendo ocupar el cargo los propios nativos. Los ayuntamientos y audiencias seguían también el modelo castellano. Éstas últimas tenían un carácter jurídico y podían ser presididas por un virrey, un presidente gobernador o un letrado, aunque eran independientes del virrey y dependían del Consejo de Indias.

La institución americana por excelencia fue el virreinato, existiendo dos en tiempos de los Habsburgo, el de Nueva España y el de Perú, con capital en México y Lima respectivamente. El virrey actuaba en sus territorios como si fuera el monarca, alcanzando gran poder y dignidad. Normalmente eran miembros de la gran aristocracia castellana, y su mandato duraba en un principio seis años, limitándose más tarde a tres. El virrey estaba sometido a las Visitas de Inspección, y al final de su mandato debía rendir cuentas ante el Consejo de Indias en el Juicio de Residencias.

Virreinatos españoles en América con la administración de los Habsburgo

La economía colonial.

La explotación de los recursos americanos se hizo fundamentalmente de tres maneras: la minería, la agricultura y el comercio.

La minería.

Se distinguen dos fases:

-1492-1545, momento inmediato a la conquista: existe una depredación del oro que habían reunido los indígenas durante siglos, usados como ornamentación o en los ritos funerarios, a través del pillaje o el trueque. Este oro era limitado y se busca también en la naturaleza, usando para ello a la población indígena, pero daba resultados desiguales. Será en este momento cuando aparezcan mitos como el de el Dorado, y dará lugar este comportamiento a la visión de los indígenas sobre la inagotable sed de oro de los europeos.

-Desde 1545 tendría lugar una segunda fase, iniciada por el descubrimiento y explotación de Potosí y un año más tarde, en 1546, de Zacatecas. La abundancia de metales preciosos impulsa y hace rentable la carrera de Indias. También favorece la inmigración, pues en una atracción para todos aquellos que buscan fortuna, y le otorga una gran capacidad de endeudamiento a la Corona a través de la reserva del Quinto Real.

Para extraer todas estas riquezas será necesaria gran cantidad de mano de obra, y mientras que en Nueva España se atraerá a los indígenas con buenos salarios y la participación en beneficios, en Perú se utilizará el sistema indígena de la mita, intensificándolo y creando duras condiciones de trabajo. La Corona, por su parte, a cambio del Quinto Real, otorgará derechos de explotación a manos privadas, ignorando los derechos de los explotados indígenas, por un lado, y favoreciendo la marcha del capital a grandes centros financieros por otro.

La agricultura.

La tierra era propiedad de la Corona, y ésta podía hacer concesiones por los servicios prestados. En un principio hace concesiones por cabildos, y desde 1535 las concesiones son para las Audiencias y el virrey. Un nuevo cambio se produce con las Leyes Nuevas(1542), que otorga a los indígenas el derecho a conservar sus tierras, en gran medida para asegurar la reproducción de la mano de obra. Los mestizos quedan fuera del reparto, y en la segunda mitad del siglo XVI los españoles solicitarán nuevas mercedes en forma de tierras, surgiendo la hacienda.

El comercio.

El descubrimiento de las minas de Potosí y Zacatecas impulsó la Carrera de Indias, ruta marítima que unía los territorios de la Monarquía Hispánica a través del Atlántico. Con un sistema de flotas en convoy protegidas por barcos de guerra, se recogían las riquezas del nuevo continente y se abastecía a éste a su vez con mercancías manufacturadas. La flota partía de Sevilla hacia La Habana, donde se dividía partiendo parte de ella hacia la feria de Veracruz y otra parte a Portobello, desde donde se distribuían a otros territorios.

Este comercio contaba con problemas como el contrabando, debido a su regularidad., o los sabotajes de otras potencias que no aceptaban el monopolio español, haciendo que en época de guerras la seguridad del convoy tuviera que ser enormemente aumentada. Otros problemas serían el impedimento para el desarrollo de industrias manufactureras en América, o el encarecimiento que sufrían los productos una vez que llegaban a la costa, debido al transporte terrestre.

El comercio con Filipinas se realizaba con el galeón de Manila, siendo la ruta mucho menos rentable por su dificultad. Entre 1580 y 1630 fueron mayores los viajes no superados que los que sí. No se impuso el sistema de convoy y en 242 años se perdieron 30 galeones.

A través del trayecto del Galeón de Manila, con escala en México y las Isla Marianas, se llevaban a oriente productos como el jabón, el hilo de Campeche, vinos o artículos de herrería, entre otros, y se traían ricas mercancías como la seda, el terciopelo, las especias o la porcelana

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